No requieres de mucho mobiliario, solo necesitas un escritorio, un asiento que se cómodo y algunas estanterías o cajones para mantener organizado los artículos escolares como libros, libretas, lápices y colores. Recuerda menos es más.
Es fundamental contar con una buena iluminación en la habitación de estudio. Puedes ubicar el escritorio justo al lado de una ventana, utilizar cortinas o persianas en tonos claros. También puedes ayudarte de lámparas de piso y no olvides colocar una lámpara de escritorio para esas noches de estudio.
Aumentar la concentración es el objetivo principal de estos espacios, por eso es importante pintar las habitaciones en colores claros y neutros como el blanco, el marfil, grises o amarillos pálidos y beige.
Siempre es recomendable añadir ese toque personalizado para que tus hijos se identifiquen con el espacio y se sientan cómodos al estudiar. Marcos de fotografías, plantas, cuadros, textiles, cojines son solo algunas opciones a utilizar.
Recuerda, tienen que amar su nueva habitación para que no se les haga tedioso o monótono el tiempo que van a pasar estudiando, si sigues estos tips es fácil lograrlo.
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